EL 2012 y los SONIDOS DEL CIELO - Entrega 10
¿Son estos los sonidos de las Trompetas del libro del
Apocalipsis?
LAS TROMPETAS EN LA BIBLIA
Por Alejandro
Pedraza Piñeros
Bogotá D.C. Marzo 19
de 2012
Representación artística de la batalla de Jericó en
Josué 6, los levitas llevan sonando los Shofarot.
Imagen fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Shofar
ACLARACIÓN
Aunque la Biblia
relata muchos más, esta entrega relaciona varios casos donde se hace referencia
al uso de las Trompetas por parte del pueblo Judío, como medio de comunicación.
Adelante se registran 8 casos específicos, se muestran contextualizados, por
ello se registra el texto completo de ellos, (recomiendo su completa lectura),
para que mediante una observación del panorama general del momento y
circunstancias donde acontecen los hechos, se pueda entender mejor el papel de
las Trompetas y lo que ellas anuncian en la Biblia. Varios de los textos bíblicos
citados están encriptados, es decir, se hace necesario el correcto
discernimiento que la exégesis y la hermenéutica ofrecen, para su mejor
comprensión, por ello aclaro que el propósito de esta entrega es simple:
registrar algunos de los apartes donde la BIBLIA refiere las
Trompetas, dentro de esta investigación sobre LOS SONIDOS DEL CIELO, que se
presentan hoy en todo el mundo.
No pretenden estas
notas realizar la interpretación cabal de las sagradas Escrituras, pues esa es
labor de biblistas, exégetas, escatólogos y demás especialistas, ni tiene
aspiración mayor que la de consignar algunos hechos bíblicos, con unas pocas luces que
se intentan aportar de manera adicional.
Nuevamente, -y como
en otras entregas-, el tema queda abierto para los expertos, los especialistas
y las voces autorizadas que en verdad pueden arrojar luces completas.
A pesar de lo
anterior, este oteo hecho por cualquier lector, puede acercarlo a ver un poco
mejor esta realidad de LAS TROMPETAS EN
LA BIBLIA, en la búsqueda de la respuesta a la pregunta: ¿Son estos los sonidos de las Trompetas del
libro del Apocalipsis?
USOS DE LAS TROMPETAS
La historia del
pueblo hebreo registrada en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, describe en
detalle su relación con Dios, con los demás pueblos y su interacción como
sociedad milenaria. Como todo pueblo, el israelita a lo largo de los años
acumula experiencias que convierte en costumbres y luego en tradiciones que
llegan a ser ley o a ubicarse en el límite de serlo.
En varios apartes, la
Biblia evidencia el uso de la Trompeta y su importante papel en el desarrollo de
esta nación. La Trompeta, el Shofar y el Yobel, instrumentos de viento, (ver entrega 8: “Las trompetas anuncian”: http://signosdelcielo.blogspot.com/2012/03/el-2012-y-los-sonidos-del-cielo-entrega.html ) son usados como signo de poder, como medio de
comunicación o como artefacto de adoración, estos se hacen presentes en el
diario acontecer de esta sociedad y en su relación con Dios, y a la vez, en manero como Dios se relaciona con este especial pueblo.
Desde el gran
profeta Moisés hasta el día de hoy, el pueblo judío hace uso de este
instrumento para comunicar asuntos de suma importancia, para congregar a la comunidad
en torno a su poderoso llamado, para enfrentar a los ejércitos enemigos y para
adorar y alabar a Dios.
Hechas de metal muy
elaborado o de cornamenta de animal, las trompetas en la Biblia;
1° Anuncian acontecimientos rituales de gran
trascendencia; Anteceden y comunican, señalan el inicio o el final de
conmemoraciones importantes;
2° Congregan al pueblo a llamado general;
3° Son instrumentos de guerra que marcan
el triunfo o la derrota en la batalla;
4° Son utilizadas para adorar y alabar a Dios,
junto con otros instrumentos musicales.
5° Son interpretadas por los ángeles para
anunciar el inicio y la consumación de los planes de Dios para los hombres y son signos recurrentes en la teofanía.
El pueblo hebreo hace
uso de este instrumento, por orden directa de Dios, ver: Números 10;1 y 2, y
también a imitación de lo que acontece en el cielo, por lo descrito por sus
videntes y profetas, en sus visiones y arrebatamientos ver: Génesis
28;12-17, Ezequiel 1;1, Lucas 3;21 y 22, Apocalipsis 5;11; también por su propia experiencia de contacto con Dios, ver: Éxodo 19; 13-20, donde se manifiesta
la gloria de Dios, por medio de las expresiones de sus servidores, los ángeles
adoradores.
El Nuevo Testamento
que inicia con los cuatro Evangelios, también hace claras referencias a la
utilización de este artefacto, con especial énfasis en su uso celestial, es
decir, el uso que los ángeles hacen de este instrumento poderoso, para
anunciar, alertar, y para adelantar las órdenes y ejecutar los planes de Dios en la Tierra.
USOS DE LA TROMPETA EN LA BIBLIA
Símbolo importante
es la Trompeta, signo poderoso es su sonido, que siempre anuncia cosas trascendentales, para la raza humana
y para toda la creación, así lo relata la Biblia en muchos apartes:
1° RITOS Y
CONMEMORACIONES
Levítico 23;24
Habla a los hijos de Israel y diles: El séptimo mes,
el día primero del mes, tendréis fiesta solemne, anunciada a son de trompetas,
asamblea santa.
Levítico 24;9 ; Números
10;10 ; 2 Reyes 11;14 ; 2 Crónicas 29;27 y 28 ;
Nehemías 12;35 y 41.
2° REUNIÓN y
ANUNCIO
Números 10;2
“Hazte dos trompetas de plata batida a martillo, que
te sirvan para convocar la asamblea y para hacer mover el campamento.
Números 10;2-8 ;
Números 29;1 ; Mateo 6;2.
3° GUERRA
Números 10;9
Cuando en vuestra tierra saliereis a la guerra contra
el enemigo que os atacare, tocaréis alarma con las trompetas, y servirán de
recuerdo ante Yavé, vuestro Dios, para que os salve de vuestros enemigos.
Números 31;6 ; Jueces
7;16-22 ; Josué 6, 1-27 ; 1 Samuel 13;3 ; 2 Samuel 18;16 ; Nehemías 4;20 ; Ezequiel
7;14 ; 2 Crónicas 13;12 y 15 ; 1 Corintios 14;8.
4° ALABANZA Y
ADORACIÓN
1 Crónicas 13;8
David
y todo Israel danzaban delante de Dios con todas sus fuerzas y cantaban y
tocaban arpas, salterios y tímpanos, címbalos y trompetas.
1 Crónicas 15;24 y
28 ; 1 Crónicas 16;6 y 42 ; 2 Crónicas 5;12 y 13 ; 2 Crónicas 7;6 ; 2 Crónicas
15;14 ; 2 Crónicas 23;13 ; 2 Crónicas 29;26 ; Esdras 3;10 ; Salmo 81;4 ; Salmo 98;6
; Apocalipsis 18;22.
5° PLANES y
ACCIONES DE DIOS
Mateo 24;31
Enviará sus ángeles con resonante trompeta y reunirá
de los cuatro vientos a sus elegidos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
Isaías 26;12
; Jeremías 4; 1-17 ; Ezequiel 33;3-6 ; Joel 2;1-17 ; Sofonías 1;16 ; Zacarías 9;14 1 Corintios
15;52 ; 1 Tesalonicenses 4;16 ; Apocalipsis 8, 9 y 10.
CASOS BIBLICOS CONCRETOS
LAS TROMPETAS
DE DIOS Y SU PUEBLO
En el Sinaí, Dios manifiesta su
gloria entre truenos y relámpagos, en una densa nube y al toque de trompetas,
interpretadas por los ángeles entre coros celestiales, así se presenta en este monte ante el
pueblo hebreo. La teofanía en el monte Sinaí se da entre trompetas celestiales,
escuchadas por los hombres, manifestación divina para el pueblo primitivo,
expresión de adoración angélica y reverente temor humano.
ÉXODO 19; 9-20
Aparición de Dios al pueblo en el Sinaí
Y Yavé dijo a Moisés: “Yo vendré a ti en
densa nube, para que vea el pueblo que yo hablo contigo y tenga siempre fe
en tí.” Una vez que Moisés hubo transmitido a Yavé las palabras del pueblo, Yavé le dijo: “Ve al pueblo y santifícalos
hoy y mañana. Que laven sus vestidos y estén prestos para el día tercero,
porque al tercer día bajará Yavé a la vista de todo el pueblo, sobre la montaña
del Sinaí. Tú marcarás al pueblo un límite en torno, diciendo: Guardaos de
subir vosotros a la montaña y de tocar el límite, porque quien tocare la
montaña, morirá. Nadie pondrá la mano sobre él, sino que será lapidado o
asaeteado. Hombre o bestia, no ha de quedar con vida. Cuando las voces, la trompeta y la nube hayan desaparecido de la
montaña, podrán subir a ella.” Bajó de la montaña Moisés a donde estaba el
pueblo, y le santificó, y ellos lavaron sus vestidos. Después dijo al pueblo:
“Aprestaos durante tres días y nadie toque mujer.” Al tercer día por la mañana hubo truenos y relámpagos, y una densa,
nube sobre la montaña, y un muy fuerte sonido de trompetas, y el pueblo
temblaba en el campamento. Moisés hizo salir de él al pueblo para ir al
encuentro de Dios, y se quedaron al pie de la montaña. Todo el Sinaí
humeaba, pues había descendido Yavé en medio del fuego, y subía el humo, como
el humo de un horno, y todo el pueblo temblaba. El sonido de la trompeta se hacía cada vez más fuerte. Moisés hablaba, y Yavé le respondía
mediante el trueno. Descendió Yavé sobre la montaña del Sinaí, sobre la
cumbre de la montaña, y llamó a Moisés a la cumbre, y Moisés subió a ella.
Dadas explícitamente
por Dios a su pueblo, como medio de comunicación y de comunión con Él, las
Trompetas son usadas por los hebreos para congregar al pueblo, para anunciar
marchas, en las celebraciones, fiestas, sacrificios y holocaustos, y finalmente como
voz de alarma o grito de guerra. Las Trompetas son para los judíos “un recuerdo
permanente en presencia de su Dios”.
NÚMEROS 10; 1-10
Las
Trompetas de Plata
Yavé habló a Moisés, diciendo: “Hazte dos trompetas de plata batida a martillo, que te sirvan para convocar
la asamblea y para hacer mover el campamento.
Cuando se toquen las dos, acudirá a ti toda la asamblea a la puerta del
tabernáculo de la reunión; cuando se toque una sola, se congregarán a ti los
príncipes jefes de los millares de Israel. A un toque estrepitoso, moverán su
campamento los acampados al oriente.
A un segundo toque de la misma clase, moverán su campamento los
acampados al mediodía; estos toques son para ponerse en movimiento.
También para reunir la asamblea las tocaréis, pero no con ese toque. Los
hijos de Arón, los sacerdotes, serán los que toquen las trompetas, y éstas
serán para vosotros de uso obligatorio por siempre en vuestras generaciones. Cuando
en vuestra tierra saliereis a la guerra contra el enemigo que os atacare,
tocaréis alarma con las trompetas, y servirán de recuerdo ante Yavé, vuestro
Dios, para que os salve de vuestros enemigos. También en vuestros días de
alegría, en vuestras solemnidades y en las fiestas del comienzo del mes,
tocaréis las trompetas; y en vuestros holocaustos y vuestros sacrificios
pacíficos serán para vosotros un recuerdo cerca de vuestro Dios. Yo, Yavé,
vuestro Dios.
LAS TROMPETAS
Y LA GUERRA
Fundamental fue el
uso de las trompetas cuando el pueblo hebreo se tomó por asalto a Jericó, la
ciudad amurallada; siguiendo al pie de la letra las indicaciones dadas por Dios,
sacerdotes y guerreros, junto al pueblo, consiguieron tomar la ciudad. El poder
de Dios, manifiesto mediante el sonido de las trompetas y en el grito de
batalla final, dio a su pueblo la resonante victoria.
JOSUÉ 6, 1-27
Toma de Jericó
Tenía Jericó cerradas las puertas y bien echados sus cerrojos por miedo
a los hijos de Israel, y nadie salía ni entraba en ella.
Yavé dijo a Josué: “Mira, he puesto en tus manos a Jericó, a su rey y a todos sus hombres
de guerra. Marchad vosotros, todos los hombres de guerra, en torno a la ciudad,
dando una vuelta en derredor suyo. Así
haréis por seis días; siete sacerdotes llevarán delante del arca siete
trompetas resonantes. Al séptimo día daréis siete vueltas en derredor de la
ciudad, yendo los sacerdotes tocando sus trompetas. Cuando ellos toquen
repetidamente el cuerno potente y oigáis el sonar de las trompetas, todo el
pueblo se pondrá a gritar fuertemente, y las murallas de la ciudad se
derrumbarán. Entonces subirá el pueblo, cada uno enfrente de sí.”
Josué, hijo de Nun, llamó a los sacerdotes y les dijo: “Llevad el arca
de la alianza, y que siete sacerdotes
vayan con siete trompetas resonantes delante del arca de Yavé.” Dijo
también al pueblo: “Marchad y dad también una vuelta a la ciudad, yendo los
armados delante del arca de Yavé.”
Así que Josué hubo hablado al pueblo, los siete sacerdotes con las siete trompetas resonantes iban tocando
las trompetas delante de Yavé, y el arca de la alianza de Yavé iba en pos de
ellos. Los hombres de guerra iban
delante de los sacerdotes que tocaban las trompetas, y la retaguardia, detrás
del arca. Durante la marcha se tocaban las trompetas.
Josué había dado al pueblo esta orden: “No gritéis ni hagáis oír
vuestra voz, ni salga de vuestra boca una palabra hasta el día en que yo os
diga: Gritad. Entonces gritaréis.” El arca de Yavé dio una vuelta en
derredor de la ciudad, una vuelta sola, y se volvieron al campamento, donde
pasaron la noche.
Al día siguiente se levantó Josué bien de mañana y los sacerdotes
llevaron el arca de Yavé.
Los siete sacerdotes que llevaban
las siete trompetas resonantes delante del arca de Yavé se pusieron en marcha
tocando las trompetas. Los hombres de guerra iban delante de ellos, y detrás la
retaguardia seguía al arca de Yavé; y durante la marcha iban tocando las
trompetas.
Dieron el segundo día la vuelta en derredor de la ciudad y se volvieron
al campamento; esto mismo hicieron por siete días.
Al día séptimo se levantaron con el alba, y dieron del mismo modo siete
vueltas alrededor de la ciudad. A la
séptima, mientras los sacerdotes tocaban las trompetas, Josué dijo al pueblo:
“Gritad, porque Yavé os entrega la ciudad. La ciudad será dada a Yavé
en anatema, con todo cuanto en ella hay. Sólo Rahab, la cortesana, vivirá, ella
y cuantos con ella estén en su casa, por haber escondido a los exploradores que
habíamos mandado. Guardaos bien de lo dado al anatema, no sea que, tomando algo
de lo que así habéis consagrado, hagáis anatema el campamento de Israel y
traigáis sobre él la confusión. Toda la plata, todo el oro y todos los objetos
de bronce y de hierro serán consagrados a Yavé y entrarán en su tesoro.”
Los sacerdotes tocaron las
trompetas, y cuando el pueblo, oído el sonido de las trompetas, se puso a
gritar clamorosamente, las murallas de la ciudad se derrumbaron, y cada uno
subió a la ciudad frente de sí. Apoderándose de la ciudad, dieron al anatema todo
cuanto en ella había, y al filo de la espada a hombres y mujeres, niños y
viejos, bueyes, ovejas y asnos. Pero Josué dijo a los dos exploradores: “Entrad
en la casa de Rahab, la cortesana, y sacad a esa mujer con todos los suyos,
como se lo habéis jurado.” Los jóvenes, los espías, entraron y sacaron a Rahab,
a su padre, a su madre, a sus hermanos y a todos los suyos, y los pusieron en
lugar seguro, fuera del campamento de Israel.
Los hijos de Israel quemaron la ciudad con todo cuanto en ella había,
salvo la plata y el oro y todos los objetos de bronce y de hierro, que pusieron
en el tesoro de la casa de Yavé.
Josué dejó la vida a Rahab, la cortesana, y a la casa de su padre, que
habitó en medio de Israel hasta hoy, por haber ocultado a los enviados por
Josué a explorar a Jericó.
Entonces juró Josué, diciendo: “Maldito de Yavé quien se ponga a
reedificar esta ciudad de Jericó. Al precio de la vida de su primogénito ponga
los cimientos; al precio de la de su hijo menor ponga las puertas.”
Yavé fue con Josué, y su fama se extendió por toda la tierra.
LAS TROMPETAS
Y EL PLAN DE DIOS – 5 Casos
De igual manera como
Dios instruye a su pueblo en el uso de las Trompetas, Dios mismo hace uso de
ellas por medio de sus servidores; los profetas en la Tierra y sus ángeles en
el Cielo, lo hace para anunciar y adelantar sus planes para los hombres. Las
Trompetas anuncian y dan una señal de alarma, con la que la creación entera y
el mismo hombre atestiguan las nuevas acciones de Dios.
Los ángeles mediante
su envío a la tierra y el toque de los instrumentos divinos, adelantan los
planes finales del cielo, acatan y cumplen el plan misericordioso de Dios, que
empieza con castigos sobre la Tierra y sus moradores (Jeremías 4; 5-10 ; Sofonías
1), y termina con la restauración del orden y Su venida gloriosa para reinar
entre los hombres (Apocalipsis 21). Su finalidad es la purificación, el retorno
del pueblo infiel a su Dios (Jeremías 4; 1-4 ; Sofonías 2;1-3), el fin último
de esta purificación es conseguir la metanoia
que hace posible que la criatura regrese de nuevo a su Creador y pueda así ser
salvada de la condenación eterna.
A.T.
1° JOEL
2;1-17
¡Tocad la trompeta en Sion! ¡Dad en mi nombre santo la voz de alarma!
Tiemblen los habitantes todos de la tierra, que viene el día de Yavé. Ya está
cerca. Día de tinieblas y de oscuridad, día de nublados y de densa de densa
niebla. Se extiende sobre los montes como la aurora, un pueblo numeroso y
robusto, semejante a él no existido desde los siglos, ni después de él volverá
a existir por generaciones de generaciones. Delante de él va el fuego
consumiendo, y detrás la llama abraza. Delante de él es la tierra como el
paraíso de Edén, detrás queda convertida en desolado desierto; ante él no hay
quien escape.
Parecen caballos y
corren cual jinetes. Como ruidos de carros sobre las cimas de los montes,
como crepitar de las ardientes llamas que devoran la paja, como pueblo robusto
en orden de batalla. Ante él las gentes se llenan de zozobra, todos los rostros
se demudan. Corren como valientes, asaltan los muros como hombres de guerra,
marcha cada uno por su senda y no confunden sus caminos. Ni aprieta ninguno a
su vecino; va cada uno por su calzada, y aún atravesando por entre las armas,
se precipitan sin romperse. Asaltan la ciudad, corren por las murallas, escalan
las casas y entran por las ventanas como ladrones. Ante ellos tiembla la
tierra, se conmueven los cielos, se oscurece el sol y la luna y las estrellas
extinguen su brillo.
Yavé hace sonar su voz ante su ejército. Su campamento es inmenso, pues es fuerte el
ejecutor de sus palabras. Grande es el día de Yavé, sobremanera terrible;
¿quién podrá pues soportarlo?
Por eso, pues,
ahora dice aun Yavé: Convertíos a mí de todo corazón en ayuno, en llanto y en
gemidos. Rasgad vuestros corazones,
no vuestras vestiduras, y convertíos a Yavé vuestro Dios, que es clemente y
misericordioso, tardo a la ira y rico en benignidad, y se arrepiente en
castigar. ¿Quién sabe si se volverá y se apiadará y dejará tras si bendición,
ofrenda y libación para Yavé vuestro Dios? Tocad
la trompeta en Sión, promulgad ayuno, convocad asamblea. Reunid al pueblo,
promulgad santa congregación, convocad a los ancianos, reunid a los niños, aun
a los niños de pecho. Que deje el esposo su cámara y su tálamo la esposa.
Entre el pórtico y
el altar oren los sacerdotes, ministros de Yavé, y digan: perdona, ¡0h Yavé! a
tu pueblo, y no des al oprobio tu heredad, para que se enseñoreen de ella las
gentes. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: “¿Dónde está su Dios?”.
2° JEREMÍAS
4; 1-17
Si te conviertes, Israel -oráculo de Yavé-, volverás a mí. Si quitas de
delante de mí tus abominaciones, no andarás errante. Si juras por la vida de
Yavé con verdad, con derecho y con justicia, serán en ti bendecidos los pueblos
y en ti se gloriarán. Pues así dice Yavé a los hombres de Judá y de Jerusalén:
Roturaos un erial y no sembréis en cardizales. Circuncidaos para Yavé y quitad
los prepucios de vuestros corazones, varones de Judá y habitantes de Jerusalén.
No sea que salga como fuego mi ira y se encienda, sin que haya quien lo apague,
por la maldad de vuestras obras.
Inminente castigo
Anunciad en Judá y proclamad en
Jerusalén, clamad y tocad las trompetas por la tierra, gritad con toda fuerza y
decid:
¡Congregaos y vayamos a las ciudades amuralladas!
Levantad bandera hacia Sión, salvaos, no os detengáis, porque voy a
hacer venir la desgracia del septentrión, una gran catástrofe. El león ha
subido de su espesura, el devastador de pueblos está en marcha, ha salido de su
lugar para devastar tu tierra y asolar tus ciudades hasta no dejar en ellas
morador. Vestíos, pues, de saco, llorad y lamentaos, porque no se ha apartado
de nosotros la ira encendida de Yavé. Y sucederá en aquel día — oráculo de Yavé
— que desfallecerá el corazón del rey y el de los magnates, se consternarán los
sacerdotes, se pasmarán los profetas y exclamarán: ¡Ah Señor, Yavé! Ciertamente
has engañado a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: “Tendréis paz,” y la espada
ha llegado hasta el alma.
En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: Un viento cálido
sopla de las dunas del desierto sobre los caminos de la hija de mi pueblo;
viento no de limpia ni de abaleo; un viento impetuoso me llega. Ahora voy
también yo a pronunciar castigos contra ellos. He aquí que sube como denso
nublado; sus carros son como el torbellino; sus caballos, más veloces que las
águilas. ¡Ay de nosotros! ¡Estamos perdidos! Limpia de maldades tu corazón,
Jerusalén, para que puedas ser salva. ¿Hasta cuándo se albergarán en tu
interior tus perversos pensamientos? ¡Se anuncia una voz desde Dan y se hace oír
la desventura desde el monte de Efraím! Recordadlo a las naciones, proclamadlo
en Jerusalén: Vienen los asaltantes de lejanas tierras, lanzan sus gritos
contra las ciudades de Judá, la rodean como guardias rurales por haberse
rebelado ella contra mí, oráculo de Yavé. Esto es lo que te han traído tu
conducta y tus acciones. He aquí que tu maldad es amarga, pues hiere tu
corazón. ¡Ay mis entrañas, ay mis entrañas! ¡Desfallezco! ¡Paredes de mi
corazón! ¡Mi corazón se agita! ¡No puedo callarme! Ya oigo el sonido de la trompeta, el estrépito de la batalla.
N.T.
3° SAN MATEO
24;1-54
1-3 Profecía sobre la destrucción del templo
4-8 Tiempos de angustia
15-20 La persecución contra el Evangelio
21-28 La tribulación suprema
29-34 La venida del Hijo del Hombre:
Luego, en
seguida, después de la tribulación de aquellos días, se oscurecerá el sol, y la
luna no dará luz, y las estrellas caerán del cielo, y los poderes del cielo se
conmoverán. Entonces aparecerá el estandarte del Hijo del hombre en el cielo, y
se lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre venir
sobre las nubes del cielo con poder y majestad grande. Y enviará sus
ángeles con resonante trompeta y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos,
desde un extremo del cielo hasta el otro.
32-35 La parábola de la higuera
36-41 La incertidumbre del juicio
42- 51 Necesidad de velar
4° 1
TESALONICENCES 4; 13-18
La resurrección de los muertos y
la Parusía
No queremos, hermanos, que ignoréis lo tocante a la suerte de los que durmieron,
para que no os aflijáis como los demás que carecen de esperanza. Pues si
creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios por Jesús tomará consigo a
los que se durmieron en El.
Esto os decimos como palabra del Señor: que nosotros los vivos, los que
quedamos para la venida del Señor, no nos anticiparemos a los que se durmieron;
pues el mismo Señor, a una orden, a la
voz del arcángel, al sonido de la trompeta de Dios, descenderá del cielo, y
los muertos en Cristo resucitarán primero; después nosotros los vivos, los que
quedamos, junto con ellos, seremos arrebatados en las nubes al encuentro del
Señor en los aires, y así estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues,
mutuamente con estas palabras.
5° APOCALIPSIS 8,9 y 10
Capítulo 8
Las cuatro primeras de las siete trompetas
Cuando abrió el
séptimo sello, hubo un silencio en el cielo por espacio como de media hora.
Vi siete ángeles que estaban en
pie delante de Dios, a los cuales fueron dadas siete trompetas. Llegó otro ángel y púsose en pie
junto al altar con un incensario de oro, y fuéronle dados muchos perfumes para
unirlos a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro, que está
delante del trono. El humo de los perfumes subió, con las oraciones de los
santos, de la mano del ángel a la presencia de Dios. Tomó el ángel el
incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó sobre la tierra; y hubo
truenos, voces, relámpagos y temblores. Los
siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.
Tocó el primero la trompeta, y hubo granizo y fuego
mezclado con sangre, que fue arrojado sobre la tierra; y quedó abrasada la
tercera parte de la tierra; y quedó abrasada la tercera parte de los árboles, y
toda hierba verde quedó abrasada. El
segundo ángel tocó la trompeta, y fue arrojada en el mar como una gran
montaña ardiendo en llamas, y convirtióse en sangre la tercera parte del mar, y
murió la tercera parte de las criaturas que hay en el mar de las que tienen
vida, y la tercera parte de las naves fue destruida. Tocó la trompeta el tercer ángel, y cayó del cielo un astro
grande, ardiendo como una tea, y cayó en la tercera parte de los ríos y en las
fuentes de las aguas. El nombre de ese astro es Ajenjo. Convirtióse en ajenjo
la tercera parte de las aguas, y muchos de los hombres murieron por las aguas,
que se habían vuelto amargas. Tocó
el cuarto ángel la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la
tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, de suerte que se
oscureció la tercera parte de las mismas, y el día perdió una tercera parte de
su brillo, y asimismo la noche. Vi y oí un águila, que volaba por medio del
cielo, diciendo con poderosa voz: ¡Ay, ay, ay de los moradores de la tierra por los restantes toques de trompeta de los
tres ángeles que todavía han de tocarla!
Capítulo 9
Las tres últimas trompetas
El quinto ángel sonó la trompeta,
y vi una
estrella que caía del cielo sobre la tierra y le fue dada la llave del pozo del
abismo; y abrió el pozo del abismo, y subió del pozo humo, como el humo de un
gran horno, y se oscureció el sol y el aire a causa del humo del pozo. Del humo salieron langostas sobre
la tierra, y les fue dado poder, como el poder que tienen los escorpiones de la
tierra. Les fue dicho que no dañasen la hierba de la tierra, ni ninguna
verdura, ni ningún árbol, sino sólo a los hombres que no tienen el sello de
Dios sobre sus frentes. Se dio orden de que no los matasen, sino que fuesen
atormentados durante cinco meses; y su tormento era como el tormento del
escorpión cuando hiere al hombre. Los hombres buscarán en aquellos días la
muerte, y no la hallarán, y desearán morir, y la muerte huirá de ellos. Las
langostas eran semejantes a caballos preparados para la guerra, y tenían sobre
sus cabezas como coronas semejantes al oro, y sus rostros eran como rostros de
hombres; y tenían cabellos como cabellos de mujer, y sus dientes eran como de
león; y tenían corazas como corazas de hierro, y el ruido de sus alas era como
el ruido de muchos caballos que corren a la guerra. Tenían colas semejantes a
los escorpiones, y aguijones, y en sus colas residía su poder de dañar a los
hombres por cinco meses, Por rey tienen sobre sí un ángel del abismo, cuyo
nombre es en hebreo Abaddón y en griego tiene por nombre Apolyon. El primer
¡ay! pasó; he aquí que vienen aún otros dos ¡ayes! después de esto.
El sexto ángel sonó la trompeta, y oí una voz que salía de los
cuatro ángulos del altar de oro, que está en la presencia de Dios, que decía al sexto ángel, que tenía la
trompeta: Suelta los cuatro ángeles que están ligados sobre el gran río
Eufrates. Fueron sueltos los cuatro ángeles, que estaban preparados para la
hora, y para el día, y para el mes, y para el año, a fin de que diesen muerte a
la tercera parte de los hombres.
El número de los del ejército de la caballería era de dos miríadas de
miríadas; yo oí su número. Asimismo vi en la visión los caballos y los que
cabalgaban sobre ellos, que tenían corazas color de fuego, y de jacinto, y de
azufre; y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones, y de su boca
salía fuego, y humo, y azufre. Con las tres plagas pereció la tercera parte de
los hombres, es a saber, por el fuego, y por el humo, y por el azufre que salía
de su boca. El poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas, pues las
colas eran semejantes a serpientes, tenían cabezas y con ellas dañaban. El
resto de los hombres que no murió de estas plagas no se arrepintió de las obras
de sus manos, dejando de adorar a los demonios, a los ídolos de oro y de plata,
de bronce y de piedra y de madera, los cuales ni pueden ver, ni oír, ni andar;
ni se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus maleficios, ni de su
fornicación, ni de sus robos.
Capítulo 10
El librito profético
Vi otro ángel poderoso que descendía del cielo envuelto en una nube;
tenía sobre su cabeza el arco iris, y su rostro era como el sol, y sus pies,
como columnas de fuego, y en su mano tenía un librito abierto. Y poniendo su pie derecho sobre
el mar y el izquierdo sobre la tierra, gritó con poderosa voz como león que
ruge. Cuando gritó, hablaron los siete truenos con sus propias voces. Cuando
hubieron hablado los siete truenos, iba yo a escribir; pero oí una voz del
cielo que me decía: Sella las cosas que han hablado los siete truenos y no las
escribas. El ángel que yo había visto estar sobre el mar y sobre la tierra
levantó al cielo su mano derecha y juró por el que vive por los siglos de los
siglos, que creó el cielo y cuanto hay en él, la tierra y cuanto en ella hay,
el mar y cuanto existe en él, que no habrá más tiempo, sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él suene la
trompeta, se cumplirá el misterio de Dios, como El lo anunció a sus siervos los
profetas. La voz que yo había oído del cielo, de nuevo me habló y me dijo:
Ve, toma el librito abierto de mano del ángel que está sobre el mar y sobre la
tierra. Fuíme hacia el ángel diciendo que me diese el librito. El me respondió:
Toma y cómelo, y amargará tu vientre, mas en tu boca será dulce como la miel. Tomé
el librito de mano del ángel y me puse a comerlo, y era en mi boca como miel
dulce; pero cuando lo hube comido sentí amargadas mis entrañas. Me dijeron: Es
preciso que de nuevo profetices a los pueblos, a las naciones, a las lenguas y
a los reyes numerosos.
Fuente Bíblica.
Versión Nacar-Colunga: